martes, 15 de marzo de 2016

EL ANIMAL QUE MASTICA LA DANZA



· El cuerpo es la vía que canaliza y muestra los movimientos artísticos
· Con la danza pasa como con la poesía, todo el mundo baila y crean versos pero nadie va ver o escuchar lo que otros llevan años haciendo


Jose Manuel Sanrodri


La danza no tiene un lenguaje verbal, es como el espejo del aire, su comunicación es tan visual que el espectador se convierte en un participante activo. El cuerpo es una mezcla de ideas que, si se le somete a una expresión con la que un bailarín pueda interpretar, nos cuenta una historia con el movimiento de sus extremidades. Así es la danza contemporánea. Y si hablamos de historias corporales, tenemos a la compañía Babirusa Danza, que presenta nuevo trabajo con el título anglo español No title yet… Y si fuéramos tragados por un animal?, en el que evocan paisajes del antiguo oeste americano a la vez que simboliza ese ambiente salvaje, donde la civilización domina el espacio, devorándolo como un animal. De esta forma nos lo narra esta compañía de danza formada por dos bailarines: Beatriz Palenzuela, directora y coreógrafa, y Rafael de la Lastra, asistente de dirección e interprete, con la participación de una tercera bailarina, Elena Susilla.


La nueva pieza, en palabras de su creadora Beatriz Palenzuela, surgió durante el desvelo de una noche cuando le vinieron a la cabeza preguntas tales como "¿qué pasaría si nos tragara un animal?", "¿quién es ese animal?" o "¿ese animal podríamos ser nosotros mismos?". Con todos estos dilemas, unos garabatos en una libreta y un proceso de investigación por internet, para modelar su nuevo trabajo, era suficiente para ensayar los movimientos de todas las ideas que han brotado de su testa. Sin embargo, situar a un animal en un ambiente del lejano oeste americano, y que el público lo entienda, les ha llevado a tener que integrar elementos que refuercen la pieza de baile con ramas, pieles de animal y, por supuesto, la música típica de una película wéstern. Precisamente de ese género cinematográfico han extraído la esencia de la obra, representada en los populares tumbleweeds, matojos secos en forma de ovillo rodando por el viento, siendo para la compañía un ejemplo de esa deriva que lleva el ser humano hacia lo salvaje para civilizarlo. De igual forma, han encontrado la metáfora del proceso digestivo de un animal donde comienza a engullir un elemento primigenio para transformarse en otra cosa muy distinta. Si saben cómo proyectar todas estas sombras en un cuerpo de carne y hueso, los movimientos de baile serán como una puerta grande y la imaginación del espectador, la llave que abre esa puerta para adentrarse en ella, y explorar lo mismo que los bailarines transmiten sobre el escenario.





¿Quienes son Babirusa Danza?

Beatriz Palenzuela, natural de Santander, inició su andadura como bailarina de danza clásica hasta que descubrió la danza contemporánea durante sus años de formación en Bilbao. Hasta crear su propia compañía, estuvo trabajando con coreógrafos de la talla de Pedro Berdäyes, Sharon Fridman y compañías como Larumbe Danza, entre otras. Con la integración en el año 2006 de Rafael de la Lastra, aportártando la disciplina del teatro, nacería Babirusa Danza y su primera pieza “De Museumnacht”, presentada al Certamen Coreográfico de Madrid donde recibió el Premio AISGE Bailarina Sobresaliente, que les sirvió de puente para acudir al American Dance Festival.








A partir de esa primera pieza con la que le dieron el premio, siguió “Lines” (2008), “Folds” (2009), “Communication Breakdown” (2010), “Ánimo Animal” (2011), “¿M.R.U.M? ¿Me Regalas Un Movimiento?” (2012), “Brea y Plumas” (2013) y ahora, disponen de un nuevo proyecto bajo el título “No title yet… Y si fuéramos tragados por un animal?” (2016), que muy pronto será representado en un escenario.



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